Hacía ya muchísimo tiempo, por lo
menos año y medio, que no he sentido las ganas de sentarme en la mesa de mi
estudio a escribir tranquilamente. Hoy, a menos de una semana de editar mi
siguiente disco, es el momento. Siento que tengo mucho que contar. Así que si
no eres de los que les gusta leer, no te interesa el porqué de este disco,
etc.. puedes cerrar el blog y yo para nada me siento ofendido.
Yo no me considero cantante, pues
no vivo de esto. Tampoco considero que tenga fans, sino personas a las que, puntualmente,
les gusta lo que hago y con las que, de alguna manera u otra, termino teniendo
algún tipo de relación, ya sea amigotes o simplemente cruzando dos correos. No
me siento con la obligación de sacar música cada cierto tiempo, de atender a
medios con el fin de vender más o llegar a más gente… nada de eso. Yo soy un
chaval que hace lo que le gusta, cuando tiene tiempo y cuando siente que tiene
algo que decir y que compartir. No edito nada que no me llene a nivel personal,
que no tenga sentido para mí, no siento que tenga que quedar bien ni mal con
nadie, no siento que deba hacer nada por ningún otro motivo que dejarme guiar
por lo que siento y, consecuentemente, soy libre de hacer lo que me dé la real
gana. Desde el cariño lo digo.
Es más, todo este disco (y el
anterior) se empezaron a grabar en una época en la que yo ya llevaba bastante
tiempo sin sacar nada. Seamos realistas, a día de hoy no soy ningún Justin
Timberlake, ni pretendo serlo, así que qué menos que disfrutar de lo que hago y
si llega a una, dos o mil personas, pues bienvenido/a será. Había grabado “Dr.
Jakey & Mr. Ryk” con Jake y estaba más que satisfecho con mi vida.
Hasta que me enamoré.
Pero enamorarme hasta las
trancas, ¿eh? Y, mira, entre tú y yo, me cuesta reconocerlo pero sigo
enamorado. Bueno, es lo que tiene vivir…
Un buen día, mi pareja me djjo “y tú, ¿por qué no vuelves a cantar? Es una
pena con el talento que tienes”… e ipso-facto me puse en contacto con Jake
y le dije que me apetecía empezar un nuevo proyecto. El móvil de aquel disco
era escribir, componer y grabar la mayor declaración de amor que jamás hubiese
hecho a nadie en mi vida, puesto que yo no había estado enamorado en mi vida y,
además de no ser perfecto, me costaba un poco saber desenvolverme en una
relación seria (porque yo quería formar una familia con aquella pareja) así
que, sólo podía expresar lo que sentía a través de canciones. Cada uno como
sabe, oiga.
El primer regalo de San Valentín
que hice en mi vida, así como la mayor declaración de intenciones ever, fue el vídeo de “Gimme your love”
que, además, incluía una versión en plan balada (la stripped que TAAAAAN poco
publicité y que no me canso de escuchar mientras lloro y lloro y más lloro…) …
pues llevábamos una racha mala y yo no me imaginaba mi vida sin mi pareja y no
se me ocurrió una manera mejor de pedir disculpas… que echar en el buzón de su
casa, aquel 14 de febrero, un cedé con el vídeo y un post-it que rezaba “te quiero”.
Así tema tras tema, tras tema…
A día de hoy estoy soltero y sigo
enamorado (c’est la vie), por motivos que no vienen al caso y que duelen
recordar y lo que estoy sacando hoy (“Chaos TheoryK”) son las canciones que se
grabaron para aquella pareja, que no me parecía de justicia que no saliesen
nunca, pues se grabaron con mucho cariño y sería una lástima que nunca viesen
la luz.
¿Por qué el nombre de “Chaos
TheoryK”?..
Porque soy un caos y un caso. No
tengo remedio. Punto.
Este año mi vida ha sido un caos,
por mil cosas que parezco repeti-ti-ti-ti-ti-vo hasta la saciedad pero bueno.
Es así, qué le voy a hacer. Si te digo otra cosa me la tengo que inventar.
Perdí a mi padre. Enfermó el
abril y falleció el 14 de diciembre de 2013... año que odio. Sobre este tema no
quiero ahondar demasiado pues aún se me saltan las lágrimas sólo de nombrarle.
Con el nivel de ansiedad e
inseguridades, el agotamiento emocional, físico y mental de estar
constantemente jugando con la posibilidad de que mi padre se salvase o no, de
perder a mi pareja definitivamente o no, de que mi madre se hundiese (lógico) y
de mil cosas más… llegué a un nivel de estrés tal que perdí la voz y, si me
apuras, la ilusión por casi todo... en medio de todo el maremágnum y de haber
perdido el norte, perdí además a mi pareja… y ya el mundo se me vino abajo. Me
agarré a mis amigos como buenamente pude, pues sin ellos seguramente no estaría
escribiendo esto hoy, y a mi madre y, entre todos, hemos ido saliendo.
Mi voz se esfumó. Apenas podía
hablar y, de tanto llorar día sí, día también, ya había perdido la esperanza de
volver a cantar pues me diagnosticaron faringitis crónica (¡alegría!)... suma y
sigue, suma y sigue… palo tras palo, palo tras palo y yo, como podía, no perdía
la sonrisa pues, oye, uno nunca sabe. Es una alegría decir que, poco a poco, ya
me voy sintiendo mejor aunque haya vacíos que el tiempo ni cura, ni llena.
Vosotros me entendéis.
En navidades, cuando todo
explotó, me encontré, para colmo, con casi 15 kilos de sobrepeso… vamos, que no
me duchaba en casa con la luz apagada de puro milagro. Mis amigos me hacían
mucho la coña de que un día iba a ir al Zoo y no me iban a dejar salir y yo,
claro, me sentía mal, feo, solo, desechado, abandonado… nada bueno. Y yo no
digo que “pobre de mí, pobre de mí” pero sí digo “joer, sí que lo pasé mal”.
En julio, tras meses de soledad
elegida y de depresión, me miré al espejo de mi casa y me dije “ya está bien tío, esto no es lo que tú eres...
¡¡espabila o cobras!!” así que fijé la fecha de lanzamiento del disco para
el día 1 de septiembre que, además, es mi cumpleaños y usé, para la portada,
una serie de fotos que me hizo mi madre con el móvil un día que salimos a
tomarnos unas cañas juntos por Coslada. Cosa que le da muchísimo valor
sentimental a la portada de mi disco. Si lo ha hecho mi madre, está perfecto. J Vosotros me
entenderéis…
Soy un tío con millones de
defectos, no soy ningún ejemplo a seguir y soy muy consciente de mis
limitaciones, de mis carencias y, también, de todo lo bueno que puedo y quiero
compartir con todo el mundo. Considero que eso me hace especial. Siempre sonrío
en las fotos, aunque no me apetezca, siempre, porque en esta vida –quiero
creer- recibes lo que das y yo quiero amar, reír y vivir. Y te quiero a ti.
Este disco, además, está lleno de
sentimientos, de canciones que sólo tenían una meta: el amor.
Muchas gracias por tomar tu
tiempo en leer esto,
Todos queremos ser felices y
tener amor al final del día, yo no soy menos.
Un abrazo fuerte y sincero,
RYK
Pd: vivimos en la misma calle...
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