Siiigue nadando, siiiiigue nadando, siiiiigue nadando…

Hoy ha sido, con mucho, uno de los peores días que he pasado en lo que va de año. Ya la cosa, como estoy adivinando, promete. Varios pilares, y no tan pilares, de mi vida han temblado un poco. No quiero dar más detalles pero, en resumen, ha sido uno de esos días en los que desearía que el mayor de mis problemas fuese que vuelvo a tener almorranas (bueno, ha sido un chiste fácil, no os lo toméis todo al pié de la letra…).

Es cuando estoy mal que saco más ganas de reírme, más ganas de salir a la calle, más ganas de hacer deporte, más ganas de todo menos de dejarme llevar por el sopor y la pereza de hacer de mi vida un videoclip tipo “Don’t forget about us” de la Carey.

Así que, entonando el “siiiigue nadando, siiiiiigue nadando” de nuestra adorada Dori de “Buscando a Nemo”, me tomé dos minutos de descanso en el trabajo para salir a la farmacia a comprar vitamina C, que siempre se me olvida tomar algún complejo vitamínico aparte de los que llevan ya incorporados en sí los kebaps y durums de la calle Hortaleza.

Entro en la farmacia y la chica, que ya me conoce, me saluda y me pregunta por mis encías. La jodía, con más memoria que un elefante, recuerda que fui a por un colutorio para una gingivitis que pasé.

-          Mira, una pena porque, justo ahora que ya estás curado, han llegado unos productos nuevos de Lacer que te vendrían bien. Los tienes ahí, en ese estante, puestos todos. Si quieres, échale un vistazo.

Y yo, por hacer tiempo mientras atiende al señor que iba antes de mí, miré. Y no pude más que reír, sacar la cámara del móvil y estudiar los productos de esta marca. Por favor, redoble de tambores que allá vamos con la gama LACER:

Fluor Aid no sé para qué vale, se coló en la foto.

Lacer normal, para encías normales.

Lacer oros, para dientes de oro (¿no?).

Gingi Lacer (Rosita), para encías sensibles y sangrantes..

y ORTO LACER!?!?!??!?! jajajajajajajaja